El tratado de Repúblicas democráticas Atlánticas es el resultado de la globalización de la libertad y la democracia de los países occidentales. Con un sistema capitalista y altamente consumista, las grandes fortunas y compañías tecnológicas suponen un grupo de apoyo fundamental para los gobiernos.

Mantener el nivel de crecimiento económico, obliga a los gobiernos del tratado a imponer una implacable política de expansión, en busca de nuevos minerales de alto valor en la industria. 

SENTINEL, la fuerza militar del Tratado, es un ejército formado por fuerzas especiales altamente cualificadas y equipadas con la más alta tecnología militar, preparados para defender la libertad a cualquier precio.

El Emirato de Urkistán es un entramado de tribus campesinas muy diseminadas en el vasto territorio de la Nación. Su poco arraigo y sentimiento de unión ha sido la causa de las continuas explotaciones por parte de países extranjeros, que comprando con migajas a las tribus de forma independiente y financiando las guerras entre ellas, han tenido sometido al país durante siglos en la máxima ruina. 

Los Rebeldes de Al Kaman luchan por la unión del Urkistán, con mano férrea y recurriendo a la religión y a la declaración de guerra a todos los países occidentales, causantes de la miseria de su país. 

Obtienen recursos inmediatos de la captación internacional, cultivo de opio, y venta de armas prohibidas que las antiguas potencias almacenaban en Urkistán. 

Su objetivo final es conseguir medios propios para la explotación de los recursos naturales que posee su territorio para su independencia.